El KLF14, posible gen controlador de la obesidad y la diabetes

Investigadores del King’s College de Londres y la Universidad de Oxford han descubierto que un gen ya conocido por su relación con la diabetes de tipo 2 y los niveles de colesterol, actúa en realidad como un regulador maestro, que controla el comportamiento de otros genes dentro del tejido adiposo en el cuerpo.

En el estudio se examinaron más de 20000 genes de biopsias de grasa subcutánea de 800 voluntarias del Reino Unido.  Encontraron una asociación entre el gen KLF14 (heredado de la madre) y los niveles de expresión de diferentes genes encontrados en el tejido adiposo.  Los investigadores argumentan que esto indica que el gen KLF14 actúa como controlador de estos genes.  Este hecho fue confirmado tras el análisis de una muestra independiente de 600 biopsias de sujetos islandeses.

“Éste es el primer estudio importante que muestra cómo pequeños cambios en un gen maestro regulador pueden generar una cascada de efectos metabólicos en otros genes”, dijo Tim Spector, del King’s College de Londres, que dirigió el estudio.

En todo el mundo, más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos, son obesos, y la cantidad se ha duplicado desde los años 80, a medida que la epidemia de obesidad se ha extendido de las naciones ricas a las más pobres.  En Estados Unidos, las enfermedades relacionadas con la obesidad ya suponen casi el 10 por ciento del gasto médico, lo que equivale a unos 147.000 millones de dólares anuales.  La diabetes de tipo 2, que suele estar relacionada con una mala alimentación y falta de ejercicio físico, también está alcanzando niveles epidémicos en todo el mundo, a medida que las tasas de obesidad aumentan.

Otros genes controlados por el KLF14 están relacionados con diferentes aspectos del metabolismo, como el índice de masa corporal, o los niveles de colesterol, insulina o glucosa.  Esto indica que todos estos factores tienen una interrelación antes desconocida.

“El KLF14 parece actuar como un proceso de control tipo llave maestra, que conecta los cambios en la conducta de la grasa subcutánea con problemas musculares y hepáticos que contribuyen a la diabetes y otros problemas”, dijo Mark McCarthy, de la Oxford University en Reino Unido, que también trabajó en el estudio.

“Estamos trabajando duro (…) para comprender estos procesos y cómo podemos usar esta información para mejorar el tratamiento de estas condiciones”, añadió el experto.

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