El extraño “Objeto de Hanny”

El “Objeto de Hanny” (“Hanny’s Voorwerp” en su nombre original en holandés), descubierto en 2007 por la profesora Hanny van Arkel navegando por las imágenes disponibles en el proyecto Galaxy Zoo, y situado al sur de la galaxia espiral IC 2497, aproximadamente a la misma distancia de la Tierra que ésta, está siendo estudiado más en detalle que nunca gracias a las observaciones que ha realizado el telescopio espacial Hubble, y que están siendo presentadas en Seattle (EE.UU.).

Sigue siendo considerado uno de los objetos más extraños de los muchísimos observados en el espacio, y su curioso color verde parece proceder de oxigeno ionizado.  En esta nube de gas, del tamaño de la Vía Láctea, el Hubble ha descubierto delicados filamentos de gas y un grupo de cúmulos de estrellas jóvenes.

Su descubridora, Hanny van Arkel, explica en su blog que está encantada de asistir a la reunión de la Sociedad Americana de Astronomía, donde se han presentado las nuevas imágenes, y en general, de haber entrado en contacto con el mundo de la astronomía.  El descubrimiento lo realizó observando imágenes del proyecto Galaxy Zoo (ver su mensaje original), que estimula la participación de no especialistas para que ayuden a clasificar las más de un millón de galaxias catalogadas en el Sloan Digital Sky Survey y las captadas por el propio Hubble en sus imágenes de campo profundo.

Imagen del Objeto de Hanny, tal y como la vería el ojo humano

Las nuevas fotografías tomadas por el telescopio espacial del extraño objeto son las mejores hasta la fecha, explican sus responsables, y están captadas por sus dos cámaras. Los radiotelescopios terrestres han mostrado que del núcleo de la galaxia, situada a 650 millones de años luz de la Tierra, sale un flujo de gas que se extiende a 300.000 años luz. El Hubble ha mostrado ahora que este gas interactúa con una pequeña región del Objeto de Hanny, en la que se están formando estrellas, las más antiguas de las cuales tiene dos millones de años. Se cree que el cuásar se apagó o resultó ocultado por gas y polvo hace unos 200.000 años tras haber iluminado la estructura, cuyo brillo puede considerarse su eco.

Ver:

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *