Un grupo de investigadores de varios centros españoles y una universidad británica ha conseguido registrar la actividad neuronal de individuos sanos y esquizofrénicos, en busca de diferencias que permitan encontrar indicios de la existencia de esta enfermedad a través de este tipo de pruebas. De su análisis se desprende que al menos en dos indicadores, el patrón era distinto. En concreto, la velocidad de oscilación de la onda (frecuencia mediana) y la potencia relativa de las frecuencias altas del espectro (banda gamma) eran significativamente diferentes.
La esquizofrenia es una enfermedad compleja (en realidad existen muchos tipos de esquizofrenia), que dificulta los procesos mentales a través de síntomas psicóticos, como alucinaciones, delirios, pensamientos desordenados y un lenguaje y conducta inusuales. Esto hace que la persona con esquizofrenia tenga dificultades para relacionarse con otras personas, pudiendo llegar a abandonar sus actividades cotidianas y el contacto con el mundo exterior. Suele aparecer en los últimos años de la adolescencia y los primeros de la madurez, estimándose que el 1,1% de la población mundial puede padecerla. Su diagnóstico es complejo, dado que ha de apoyarse en los síntomas que comunica el paciente y en el jucio del médico. El descubrimiento de un indicador objetivo que permita facilitar su diagnóstico permitiría también estudiar su base neurobiológica.
En el estudio, reealizado con 15 pacientes del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, se muestra que al menos cuatro indicadores de las señales cerebrales habían cambiado con la edad en los pacientes en comparación con los 17 sujetos que usaron como grupo de control. La esquizofrenia estaría afectando la manera en la que el cerebro madura con el tiempo. Los magnetoencefalogramas indicaban que las oscilaciones registradas aumentaban su ritmo de variación y complejidad con la edad, observándose el efecto contrario en los pacientes con esquizofrenia.
A pesar de estos avances, los días de un diagnóstico precoz aún están lejos. En primer caso, las técnicas usadas son aún muy caras; peor aún, no son aún fiables al 100%, y esto las hace insuficientes para la práctica clínica. Sin embargo, se estudia la posibilidad de trasladar las técnicas utilizadas a otras más baratas, como la electroencefalografía.
El estudio ha sido publicado en la revista Physiological Measurement, y fue desarrollado por el Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Universidad Complutense de Madrid, el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid y Universidad Complutense de Madrid, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, el Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario San Carlos, el Biomedical Engineering Group de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad de Valladolid, y el Signal Processing and Multimedia Communications Research Group de la Universidad de Plymouth.
Ver:
- Changes in the MEG background activity in patients with positive symptoms of schizophrenia: spectral analysis and impact of age, Javier Escudero et al 2013 Physiol. Meas. 34 265, doi:10.1088/0967-3334/34/2/265
Leave a Reply