Una torpe decisión

Después de unos meses de sequía en este blog, volvemos hoy con un artículo de opinión aparecido en un diario económico, a raíz de la decisión del gobierno de nuestro país en reducir prácticamente a cero la aportación de España a los programas de la Agencia Espacial Europea.

El artículo, aparecido en el diario Expansión el pasado 20 de diciembre de 2012, está firmado por los más altos directivos de tres de las empresas del sector aeroespacial más punteras en España, y que poseen gran peso a nivel internacional: EADS CASA Espacio, SENER y GMV.

España no puede descolgarse del futuro tecnológico de Europa

En el Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA) del pasado 20 y 21 de noviembre, España ha decidido suscribir de forma muy limitada tan solo 5 de los más de 24 ambiciosos proyectos en infraestructuras espaciales dedicadas a campos como la navegación por satélite, la observación de la tierra, las telecomunicaciones o la ciencia que marcaran el futuro espacial europeo en los próximos años. Muchos de esos programas son la continuación de proyectos sobre los que España había logrado desarrollar un valioso y competitivo tejido industrial tras casi cuarenta años de esfuerzo. Se trata sin duda de la decisión de mayor calado en nuestra historia reciente en este estratégico sector que tendrá gravísimas e irreversibles consecuencias para nuestro futuro como país que debe ocupar un lugar destacado en la nueva economía global mundial que gira alrededor de la tecnología y el conocimiento.

Otros países europeos que sí tienen una larga tradición de liderazgo tecnológico e industrial como el Reino Unido no han dudado una vez más que este es un sector estratégico esencial para su futuro industrial. En un momento de fortísimos recortes en la inversión por parte del gobierno británico, este ha decidido (aun siendo un adalid del liberalismo) incluso aumentar un 25% su participación en esos mismos programas que España ahora ha decidido abandonar. El Ministro de Universidades y Ciencia británico declaraba en una entrevista reciente que “es importante que realicemos inversiones estratégicas dirigidas a mantener el crecimiento de un sector tan pujante. El programa de inversiones que hemos negociado con la ESA nos permitirá adelantar puestos en esta carrera mundial al garantizar más contratos importantes para el sector británico“. Pero no solamente el Reino Unido, Alemania o Francia luchan por participar en esos programas, Italia, que también atraviesa la necesidad de recortar su déficit público, ha decidido seguir apostando por este sector al que consideran estratégico para el futuro tecnológico del país.

El sector espacial es de alto contenido tecnológico y se considera estratégico en todos los grandes países. La navegación por satélite, la observación de la tierra con diferentes fines y las telecomunicaciones son ya servicios esenciales que forman parte de nuestras vidas. Hay innumerables ejemplos de aplicaciones y servicios que están basados en infraestructuras espaciales y que contribuyen muy significativamente a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, a la monitorización y mejora del medio ambiente, a la mejora de la productividad y competitividad tanto de administraciones públicas como de empresas y operadores privados.

Si España mantiene firme su decisión de abandonar estos programas, las empresas españolas se quedaran fuera de cualquier actividad, incluso de continuación de los desarrollos ya realizados y perderán por completo la posibilidad de volver a reengancharse en el futuro.

Los países que contribuyen al desarrollo de la infraestructura espacial tienen una importante ventaja a la hora de desarrollar aplicaciones y servicios basados en dicha infraestructura al disponer de una industria responsable del desarrollo de la tecnología asociada: las inversiones realizadas en infraestructura tienen un efecto multiplicador produciendo unos elevados retornos de la inversión para la sociedad en su conjunto. Un ejemplo: la constelación de satélites de navegación GPS desarrollada a finales de los 80 por EEUU, veinte años después la empresas que dominan el mercado de productos, servicios y aplicaciones basadas en GPS son norteamericanas: ¿retorno de la inversión? Incalculable. Europa, al igual que EEUU, China, Rusia o Japón, rivaliza mundialmente por disponer de una industria espacial propia y competitiva debido al enorme efecto que tiene sobre el desarrollo tecnológico y por representar un motor del crecimiento económico en actividad industrial innovadora y exportadora.

En los últimos veinte años la industria espacial española ha sabido aprovechar la oportunidad que le han brindado los programas espaciales europeos y ha construido una sólida actividad industrial que compite de igual a igual en todo el mundo.  Si España mantiene firme su decisión de abandonar estos programas, las empresas españolas se quedaran fuera de cualquier actividad, incluso de continuación de los desarrollos ya realizados y perderán por completo la posibilidad de volver a reengancharse en el futuro. La única alternativa a perder esas posiciones será trasladar sus centros de excelencia a otros países.

España a lo largo de su historia se ha caracterizado en demasiadas ocasiones por desentenderse de la ciencia y el desarrollo tecnológico, lo que nos ha llevado a descolgarnos del desarrollo industrial en momentos clave de los dos siglos pasados. El comienzo del siglo XXI viene marcado nuevamente por ser un momento decisivo para nuestro futuro. España no puede volver a repetir los errores del pasado, hemos logrado contribuir al nacimiento de las infraestructuras espaciales, de las infraestructuras del futuro.

Antonio Cuadrado, Director General de EADS CASA Espacio
Andrés Sendagorta, Vicepresidente de SENER
Jesús B. Serrano, Director General de GMV

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